En el mundo del deporte de alto rendimiento, donde cada fracción de segundo es crucial, la analítica de datos ha irrumpido como la nueva estrella tecnológica, transformando la manera en que los atletas entrenan, los equipos compiten y los entrenadores toman decisiones estratégicas.
¿Cómo lo logra? Procesando millones de datos que en la actividad deportiva valen oro, y utilizando diferentes métricas para describir modelos de juegos, sistemas de ocupación de espacios y características de los jugadores.
Sus beneficios son tan grandes que se ha convertido en un arma indispensable en la estrategia de las principales entidades deportivas del mundo. Y se trata de una tendencia en constante crecimiento.
De acuerdo al último reporte de la consultora de investigación Grand View Research, el mercado mundial de la analítica deportiva alcanzará para 2030 los 14.410 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual de 22,3%.
El poder de los datos
La analítica de datos se ha convertido en un pilar fundamental en el mundo del deporte, transformando la manera en que se juega, se gestiona y se disfruta. Muchas instituciones deportivas la utilizan para hacer inteligencia de los equipos rivales, y diseñar las estrategias más adecuadas en función de las características propias y de los adversarios.
Además, el análisis detallado de jugadas y patrones de juego permite a los entrenadores optimizar tácticas y formaciones, maximizando el rendimiento del equipo.
En el ámbito del desarrollo y cuidado de los atletas, esta tecnología es invaluable. A partir del procesamiento de datos deportivos, físicos, biométricos, químicos y genéticos, se diseñan modelos de entrenamiento personalizados, con el objetivo de prevenir lesiones y sobrecargas musculares.
Ayuda, asimismo, a identificar y nutrir el talento desde las categorías inferiores, siguiendo el progreso de jóvenes promesas para asegurar una cantera sólida.
Los beneficios se extienden más allá del campo de juego. En la gestión financiera y comercial, la analítica optimiza la fijación de precios de entradas y abonos basándose en la demanda, evalúa el retorno de inversión en fichajes, y segmenta el mercado para estrategias de marketing y patrocinio más efectivas.
Incluso la logística se ve mejorada, con la planificación óptima de viajes y el uso eficiente de instalaciones.
También ha optimizado la experiencia de los aficionados. A través del análisis de datos de audiencia y comportamiento en redes sociales, las organizaciones crean contenidos digitales personalizados, mejoran la experiencia en el estadio reduciendo colas, y emplean la gamificación y fantasy sports para aumentar el compromiso.
Las transmisiones televisivas se enriquecen con estadísticas en tiempo real, haciendo cada partido más informativo y emocionante.
Finalmente, la analítica contribuye a la integridad del deporte. Mediante la detección de anomalías, se previenen fraudes y se monitorea el fair play, asegurando que el espíritu deportivo prevalezca. Así, la analítica de datos no solo mejora el rendimiento y la experiencia, sino que también salvaguarda los valores fundamentales del deporte.
Casos de éxito
La revolución de la inteligencia de datos en el deporte tiene sus orígenes en el béisbol estadounidense. En 2002, el Oakland Athletics, tras una mala campaña, contrató a un economista que propuso conformar el equipo basándose en cálculos estadísticos. Incorporaron jugadores infravalorados pero con potencial según los datos, lo que resultó en una racha de 20 victorias consecutivas. Este caso, inmortalizado en la película "Moneyball", evidenció cómo el uso inteligente de datos puede ser decisivo en el deporte.
En la NBA, el básquetbol ha sido transformado por el Big Data. Los Golden State Warriors son un ejemplo emblemático. Utilizando sistemas como SportVu, que divide la cancha en una cuadrícula 3D y captura 20 imágenes por segundo, identificaron las zonas de mayor eficiencia de tiro para cada jugador. Adaptando su estrategia a estos datos, y liderados por Stephen Curry, ganaron tres campeonatos entre 2014 y 2017.
En el fútbol, el Barcelona FC ha sido pionero. En 2012, contrataron a Raúl Peláez como Jefe de Conocimiento y Análisis. Bajo su dirección, el club desarrolló un sistema de analítica que no solo evalúa estadísticas tradicionales como goles y asistencias, sino también métricas avanzadas como la calidad de pases, la presión defensiva y el impacto de cada acción en el juego. Esto ha influido en decisiones de fichajes, tácticas de juego y hasta en la metodología de La Masia, su famosa cantera.
Por su parte, el Manchester City, bajo la dirección de Pep Guardiola, ha abrazado plenamente la analítica. Cuentan con un equipo de más de 20 analistas de datos que trabajan en todo, desde la prevención de lesiones hasta la estrategia de juego. Por ejemplo, analizan los patrones de pase de cada jugador para optimizar la circulación del balón, y estudian los movimientos de los rivales para ajustar la presión defensiva. Este enfoque basado en datos ha contribuido a su dominio en la Premier League, ganando cuatro títulos en cinco años (2018-2022).
Soluciones que acompañan
Para implementar estas soluciones, es clave que los clubes y federaciones cuenten con el respaldo de socios tecnológicos expertos, que los asesoren en la elección e integración de las mejores herramientas analíticas basadas en la nube.
Hay muchas herramientas disponibles en el mercado para que las entidades deportivas puedan gestionar equipos y jugadores de forma eficiente a partir del procesamiento de datos.
SAP, con sus soluciones SAP Sports One y SAP Global Sponsorships, es una de las más importantes, porque no solo ofrece un paquete premium adaptado a las necesidades de las entidades deportivas, sino también un servicio de calidad apoyado en implementaciones exitosas como la que realizó el equipo de fútbol alemán Bayern Munich.
Un nuevo paradigma
El Big Data en el deporte representa un verdadero cambio de paradigma. En los vestuarios donde antes solo se oían las voces de entrenadores y jugadores, ahora resuena un nuevo lenguaje: el de los datos.
Por eso es que muchos clubes del mundo están incorporando a sus filas a profesionales expertos en analítica, que trabajan codo a codo con los entrenadores y los preparadores físicos.
Esta tendencia no se limita a los gigantes del deporte. Clubes más modestos y ligas menores también están invirtiendo en analítica, la nueva estrella del firmamento deportivo.
Porque en un mundo donde la diferencia entre la gloria y el olvido puede ser un solo punto, un sol, un segundo o un pase, la analítica de datos emerge como una necesidad cada vez más poderosa. Y nadie quiere quedarse afuera.
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