Hace unos años, era impensable imaginar fábricas en las que las máquinas no solo produjeran bienes, sino que, a través de sensores y sistemas avanzados, colaboraran se interconectaran entre sí, sin intervención humana, pensando y aprendiendo para optimizar los procesos, reducir los costos y disminuir los desperdicios.

Sin embargo, esto que ayer nos parecía ciencia ficción, hoy es una realidad en muchas organizaciones gracias a la integración de inteligencia artificial, internet de las cosas, big data, machine learning, blockchain y robótica, entre otras tecnologías digitales avanzadas.

Este nuevo paradigma, conocido como Industria 4.0, está redefiniendo la producción y fabricación dentro de las empresas, en una búsqueda permanente de mayor eficiencia, rentabilidad y competitividad.

De acuerdo a un informe de la consultora IDC, el gasto mundial de las empresas en transformación digital para 2027 será de 3.900 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual del 16,1%.

Estas estadísticas indican que las empresas están reconociendo cada vez más la importancia de apostar por la Industria 4.0 para aprovechar el poder del procesamiento digital y la conectividad sin límites.

La Cuarta Revolución

El impacto que la Industria 4.0 ha generado en las organizaciones es tan grande que los expertos la llaman Cuarta Revolución Industrial.

¿Cuál es la diferencia con las anteriores? En la Primera Revolución Industrial, a fines del siglo XVIII, lo que impulsó el cambio fue la aparición de la máquina de vapor.

En la Segunda, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, la novedad fue el inicio de la producción en serie y la adopción generalizada de energía eléctrica.

Y en la Tercera, a fines del siglo XX, el impacto se produjo con la llegada de la computadora personal y la popularización de Internet.

En cambio, la Cuarta Revolución Industrial que hoy estamos atravesando, se caracteriza por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas.

Esta revolución, que comenzó a principios de este siglo, está marcada por la interconexión de dispositivos y sistemas a través de internet de las cosas, inteligencia artificial y computación en la nube, entre otras tecnologías que están modificando la forma en que trabajamos, producimos y nos relacionamos.

Fábricas del futuro

Los beneficios que proporciona la Industria 4.0 a las empresas son múltiples. En primer lugar, herramientas como internet de las cosas, inteligencia artificial, robótica y analítica de datos ayudan a mejorar la eficiencia de las operaciones, la productividad y la toma de decisiones.

Permiten realizar un seguimiento integral de la cadena de suministro, ofreciendo más trazabilidad y transparencia, facilitando la anticipación de problemas y la realización de ajustes rápidos cuando algo no funciona según lo previsto.

También mejoran la experiencia de los clientes, a través de la elaboración de productos a medida y una atención cada vez más personalizada.

Asimismo, la tecnología posibilita la reducción de costos mediante el uso eficiente de recursos como la energía, los materiales y el tiempo de los equipos de trabajo.

Además, digitalizando los procesos productivos, las empresas logran una mayor sostenibilidad, reducen el desperdicio de materiales, optimizan el uso de energía y disminuyen la huella de carbono.

En definitiva, las empresas no solo mejoran su competitividad, sino que también se preparan para afrontar los desafíos del futuro con soluciones innovadoras y eficientes.

Un ejemplo de innovación

La transformación se está dando en todos los sectores de la economía, a partir de la decisión de muchas empresas de aprovechar las oportunidades que brinda la Industria 4.0 para hacer más inteligentes y eficientes sus operaciones y alcanzar nuevos niveles de excelencia.

El caso de la empresa española Patatas Meléndez es un ejemplo concreto que demuestra cómo una adecuada implementación de tecnologías emergentes puede conducir a resultados satisfactorios.

Esta empresa, que produce el 20% de las papas de España, tenía como principal reto construir una planta moderna con funcionalidades de Industria 4.0.

Para ello, eligieron RISE with SAP, junto con módulos de producción, gestión de materiales, ventas y distribución, contabilidad analítica, coste de producto y gestión logística.

Contaron con el apoyo de SEIDOR, socio tecnológico de SAP y miembro de United VARs, que lideró el proyecto desde el inicio hasta su exitosa implementación.

“Licenciamos el SAP DataSphere y el SAP Analytics Cloud, en un proyecto para poder conectar no solo la base de datos de SAP, sino también los diferentes MES (Manufacturing Execution System), para poder tener toda la información, todo el Big Data que se está generando en la nueva planta en un único entorno donde poder analizar el dato al instante”, explicó Sergio Calvo, CIO de la compañía.

Tras la implementación, Patatas Meléndez ha obtenido beneficios significativos, como el aumento de la velocidad de fabricación, la mejora del control de calidad del producto final y la capacidad de tomar decisiones en tiempo real (ver más información sobre este caso de éxito en este link).

Hacia un modelo empresarial inteligente

Las empresas que ya han iniciado el camino hacia la Industria 4.0 están cosechando frutos en forma de ahorro de costos, aumentos de la productividad, mejoras en calidad y una mayor competitividad global.

Esta revolución no solo implica una transformación profunda de las fábricas y de las cadenas de valor, sino también un cambio cultural en las organizaciones y una fuerza laboral preparada para los empleos del futuro.

Otros obstáculos, como las limitaciones presupuestarias, la amenaza de los ciberataques o la obsolescencia de los equipos, pueden presentarse en el camino.

Sin embargo, a pesar de los desafíos, la Industria 4.0 es el futuro, y la transformación es irreversible. Las organizaciones que abracen estas tecnologías con una mentalidad abierta y proactiva, estarán mejor preparadas para prosperar en esta nueva era digital.

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