Este blog del miembro de United VARs, Seidor LATAM, echa un vistazo a la economía circular en América y por qué la tecnología tiene un papel clave:
En muchos lugares del mundo se están desarrollando estrategias de economía circular para hacer frente a los peligros de la contaminación, la escasez de recursos y el cambio climático.
La emergencia sanitaria y económica desencadenada por la pandemia de Covid-19 puso de manifiesto la gravedad de la crisis que la humanidad debe afrontar por el cambio climático, la contaminación y el agotamiento de los recursos, causados por un modelo de producción y consumo no sostenible impulsado por la extracción.
En muchos lugares del mundo se están llevando a cabo iniciativas de la llamada "economía circular" para eliminar la contaminación y los residuos, hacer circular materiales y productos y regenerar la naturaleza.
Este nuevo concepto sugiere un cambio de paradigma en la forma en que producimos y consumimos a través de un flujo constante, una dinámica circular, en la que los residuos pueden reutilizarse como recursos para volver a entrar en el sistema económico.
Primeros pasos en América
Los países americanos llevan ya algunos años viviendo sus primeras experiencias de economía circular. En 2021
Países como Chile y Colombia ya han comenzado a implementar políticas públicas para promover la economía circular en sus sistemas productivos. Otros -como Uruguay, Costa Rica y Perú- lo están haciendo en diversas áreas.
"Ha habido algunos puntos críticos de avance en América Latina en los últimos 4 o 5 años, pero aún es necesario ganar escala y velocidad hacia esa transición. Los compromisos voluntarios no son suficientes. En cambio, necesitamos que los gobiernos adopten medidas acordes con esta visión y las conviertan en políticas o tratados globales", afirma Luisa Santiago, Directora Ejecutiva de la Fundación Ellen MacArthur, que desde 2010 orienta a empresas y gobiernos en su transición hacia una economía circular.
En Norteamérica, el gobierno estadounidense impulsa desde 2020 el Tratado del Plástico, cuyo objetivo es reducir para 2025 la contaminación causada por los residuos de materiales producidos a partir de polímeros, que a nivel global alcanza los 272 millones de toneladas métricas, 7 de las cuales van a parar a los océanos, dañando no sólo el medio ambiente, sino también la seguridad alimentaria, el turismo y el transporte marítimo.
Múltiples ventajas
Una economía circular aporta múltiples y variadas ventajas. Protege el medio ambiente al reducir el consumo de recursos naturales, la generación de residuos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la reutilización de residuos fortalece las economías locales, ya que reduce la dependencia de las importaciones. También estimula la innovación, crea nuevos puestos de trabajo y aumenta la rentabilidad de las empresas.
Un reciente informe elaborado por el Foro Económico Mundial sobre la industria del automóvil afirma que la circularidad podría mejorar la rentabilidad del sector en un 50% y generar ingresos entre 15 y 20 veces superiores al precio de venta original del vehículo.
Además, una encuesta de Gartner señala que el 74% de los líderes de la cadena de suministro que han adoptado estrategias de economía circular en sus organizaciones esperan aumentar sus beneficios entre 2022 y 2025.
El papel de la tecnología
Convencidas de que la necesidad de tomar medidas para cuidar el medio ambiente y el planeta es cada vez más urgente, muchas organizaciones también han puesto en marcha estrategias de economía circular en sus sistemas de producción.
En ese sentido, la tecnología desempeña un papel clave. Según un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tecnologías como el blockchain, internet o el almacenamiento en la nube serán necesarias para desarrollar una economía circular respetuosa con el medio ambiente y más eficiente en el uso de los recursos.
Asimismo, la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) son herramientas tecnológicas a las que más recurren las empresas para mejorar sus negocios circulares, según se puede leer en un reciente estudio de StartUs Insights.
En la actualidad, el mercado ofrece a las empresas soluciones personalizadas a las necesidades que demanda la transición hacia una economía circular. Por ejemplo, SAP lanzó este año SAP Responsible Design and Production, una solución para diseñar productos de forma sostenible, que se suma a la variada cartera de aplicaciones de software que la compañía ya ofrece para ayudar a las empresas a mejorar su capacidad de gestión de datos y a ser más sostenibles.
Otras empresas tecnológicas han puesto en marcha proyectos que fomentan la economía circular, como SEIDOR, miembro de United VARs, que, junto a compañías como Utingal, Enso, Moveratus y Ecoplast, han lanzado la primera solución inteligente para reciclar poliamidas -a través de la iniciativa REPLAY- para reciclar residuos plásticos de diferentes sectores de la industria para darles un nuevo uso.
El camino es más circular
Según el último informe de Circle Economy, en nuestro planeta se utilizan anualmente más de 100 mil millones de toneladas de recursos. De esta cantidad, sólo el 9% se reutiliza. El resto, más del 90%, se convierte en residuos y contamina nuestro entorno.
Si no se produce un cambio de raíz en nuestro actual modelo económico lineal basado en el patrón "tomar, fabricar, consumir y desechar", se pasará de 100 mil millones de toneladas a 184 mil millones en 2050.
Ante este sombrío escenario que amenaza el futuro de la humanidad, los gobiernos y las empresas deben afrontar este vasto y urgente reto de implementar aún más profundamente estrategias de economía circular, involucrando a todos los agentes económicos en el destino final de los productos, aprovechando al máximo las herramientas y soluciones que ofrece la tecnología y, así, construir un mundo más justo y sostenible.
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