La industria química cumple un rol fundamental como proveedora de productos y materiales que son esenciales para una amplia gama de sectores de la economía, como la manufactura, la agricultura, la construcción, la energía y la medicina, entre muchos otros.
Pero, al mismo tiempo, por el uso intensivo que hace de los combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, es una de mayores emisoras de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricos.
Frente a ese panorama, la industria química se enfrenta al desafío de reinventarse para ser más sostenible.
En ese proceso, las nuevas tecnologías están cumpliendo un rol vital, facilitando a las organizaciones la adopción de prácticas más respetuosas con el medio ambiente y, junto con ello, mejorando su eficiencia y su rentabilidad.
La hora de la modernización
Uno de los pilares de esta transformación es la adopción de la química verde, que busca reducir o eliminar el uso y la generación de sustancias peligrosas. Los catalizadores avanzados, o los disolventes no tóxicos, por ejemplo, están permitiendo reacciones químicas más rápidas y eficientes, con menos residuos y menor consumo de energía.
La utilización de sistemas basados en inteligencia artificial y machine learning están revolucionando la gestión de procesos en las plantas químicas. Estas tecnologías analizan grandes volúmenes de datos en tiempo real, lo que permite a las empresas ajustar los parámetros de producción para maximizar la eficiencia y minimizar el consumo de energía y materias primas. Además, la IA está ayudando a desarrollar nuevas fórmulas y productos más sostenibles.
Por su parte, el uso cada vez más frecuente de la automatización y la robótica no solo aumentan la eficiencia operativa, sino que también minimizan los residuos y mejoran la seguridad. Robots avanzados y sistemas automatizados permiten un control más preciso de las reacciones químicas, reduciendo la posibilidad de errores y la generación de subproductos no deseados.
La biotecnología también está impactando con fuerza en el sector. A través del uso de enzimas y microorganismos, se pueden producir químicos de manera más limpia y con menos residuos. Los bioprocesos están reemplazando gradualmente a los métodos tradicionales que dependen de combustibles fósiles, reduciendo así la huella de carbono de la industria.
Estas innovaciones no solo están mejorando la eficiencia y sostenibilidad de los procesos de producción, sino que también están dando lugar a materiales avanzados que pueden cambiar la forma en que vivimos y trabajamos.
El desafío de la sostenibilidad
Convencidas de que la digitalización es el mejor camino, las principales empresas del sector químico están atravesando un proceso profundo de transformación con el objetivo de ser más eficientes y, principalmente, más sostenibles.
La alemana BASF, por ejemplo, está desarrollando estrategias de producción basadas en tecnologías que propician la reducción de las emisiones, y ha establecido la neutralidad de carbono como meta para el año 2050.
Dow Chemical, de Estados Unidos, va por el mismo sendero: tiene como objetivo ser neutro en carbono para 2050, y planea inversiones millonarias para su crecimiento y la descarbonización de sus activos de fabricación.
La compañía china Sinopec acaba de lanzar un proyecto piloto para la producción de 20.000 toneladas anuales de hidrógeno verde, la energía renovable que está surgiendo como la gran esperanza de la humanidad para combatir el cambio climático y el calentamiento global.
Mientras que la multinacional saudita Sabic anunció la creación de una planta de producción química a gran escala en España, que será alimentada completamente con energías renovables.
La tecnología como aliado
Para que todas estas iniciativas puedan convertirse en realidad, es crucial para las empresas contar con las herramientas tecnológicas adecuadas que garanticen un exitoso proceso de transformación digital.
Una plataforma tecnológica sólida proporciona la infraestructura necesaria para integrar nuevas tecnologías de manera eficiente, como la automatización de procesos, la inteligencia artificial y el análisis de datos avanzado. Estas herramientas no solo optimizan la producción y reducen costos, sino que también mejoran la precisión y la seguridad de los procesos químicos
De las propuestas que hay en el mercado, RISE with SAP es la única que ofrece un servicio integral con ERP en la nube a través de SAP S/4HANA Public Edition, para poder alcanzar procesos optimizados, capacidades ampliadas y mejoradas, y operaciones sostenibles.
Una industria que se reinventa
La integración de tecnologías avanzadas está revolucionando la industria química, no solo impulsando su crecimiento sino también permitiendo una transformación sostenible y eficiente.
Según un informe de MarketsandMarkets, se espera que las principales subindustrias químicas crezcan de 2.200 millones de dólares en 2023, a 2.400 millones de dólares en 2024, con una tasa compuesta anual del 8%.
Este crecimiento es reflejo del compromiso de la industria con la innovación tecnológica y la sostenibilidad.
En un mundo que exige cada vez más responsabilidad ambiental, la clave para un futuro próspero radica en la colaboración continua entre la tecnología avanzada y las prácticas comerciales sostenibles.
Así, la industria química no solo avanza hacia un modelo más limpio y eficiente, sino que también sienta las bases para un impacto positivo y duradero en la sociedad y el medio ambiente.
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