¿Qué tienen en común una supercomputadora y una cápsula de medicamento? Mucho más de lo que se puede imaginar. Es que la tecnología está revolucionando la industria farmacéutica, no solo en sus procesos de descubrimiento de nuevos fármacos, sino también en su desarrollo y distribución.

Internet de las cosas, analítica de datos, robótica, aprendizaje automático, blockchain y, fundamentalmente, inteligencia artificial, impactan cada vez más fuerte en la vida de las empresas farmacéuticas.

Estas tecnologías potencian las investigaciones, optimizan la producción y mejoran la vida de millones de personas en todo el mundo.

Algoritmos de laboratorio

Una de las áreas de mayor transformación es la que se dedica a la investigación y el descubrimiento de nuevos fármacos.

La inteligencia artificial (IA) ha jugado un papel crucial en este cambio, permitiendo analizar vastas cantidades de datos biológicos y químicos para identificar medicamentos con una precisión y rapidez sin precedentes.

Mediante algoritmos de aprendizaje automático y analítica de datos, los investigadores pueden predecir cómo las moléculas interactuarán con diferentes objetivos biológicos. Esto acelera significativamente la fase de descubrimiento y reduce los costos asociados a los ensayos fallidos.

Internet de las cosas (IoT), por su parte, está facilitando la recopilación de datos en tiempo real de pacientes y ensayos clínicos, proporcionando información valiosa para el diseño de nuevos medicamentos.

Se trata de una tendencia que va en aumento: según el informe anual de la CPHI (Convention on Pharmaceutical Ingredients), un 60% de los ejecutivos de las empresas farmacéuticas cree que para el año 2026 la IA se utilizará de forma rutinaria en los procesos de investigación y descubrimiento de medicamentos.

Por su parte, la biotecnología ha introducido herramientas avanzadas como la edición genética CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats), que permite a los científicos modificar genes específicos en células humanas y animales, creando modelos que replican con mayor exactitud las enfermedades, lo que a su vez mejora la efectividad y seguridad de los nuevos tratamientos.

El uso de simulaciones por computadora también ha optimizado la fase de desarrollo, permitiendo a los investigadores prever cómo se comportarán los compuestos en el cuerpo humano antes de las pruebas en vivo.

Esta virtualización no solo acelera el proceso de desarrollo, sino que también reduce la necesidad de experimentación animal, alineándose con las tendencias éticas y normativas actuales.

La biotecnología es una de las disciplinas de mayor crecimiento en la industria farmacéutica: de acuerdo a un pronóstico de la consultora EY, las compañías del sector invertirán 1.000 millones de dólares este año en innovación biotecnológica.

Seguridad y eficiencia en cada paso

La cadena de suministro de la industria farmacéutica también está experimentando una profunda transformación gracias a la adopción de las tecnologías emergentes.

Los avances impactan tanto en la eficiencia y transparencia de la gestión de suministros, como en la distribución de medicamentos, garantizando su autenticidad y seguridad desde la producción hasta el consumidor final.

Blockchain ha surgido como una herramienta crucial para afrontar uno de los principales desafíos que tiene la industria: el problema de los medicamentos falsificados.

Al proporcionar un registro inmutable y transparente de cada paso del circuito logístico, blockchain permite a las empresas rastrear el origen y la historia de cada lote de medicamentos, asegurando que los productos sean auténticos y cumplan con los estándares de calidad.

Esta tecnología también facilita la verificación de la integridad de los datos, lo que es fundamental para cumplir con las regulaciones de seguridad sanitaria.

La robótica, por su parte, está redefiniendo la eficiencia en los almacenes y centros de distribución farmacéuticos. Los robots son utilizados para tareas como el embalaje, el etiquetado y el transporte de productos, reduciendo el tiempo de procesamiento y minimizando errores humanos.

Esta automatización acelera la entrega de productos y permite una mejor gestión de inventarios, optimiza los costos operativos y mejora la capacidad de respuesta ante demandas cambiantes del mercado.

La IoT también juega aquí un papel clave en el monitoreo en tiempo real de condiciones críticas durante el almacenamiento y transporte de medicamentos, como la temperatura y la humedad.

Los sensores conectados permiten a las empresas farmacéuticas asegurar que los productos se mantengan en condiciones óptimas durante toda la cadena de suministro, fundamental para conservar la efectividad de muchos medicamentos.

Socios claves para la transformación

El desafío que tiene por delante la industria farmacéutica es mayúsculo: incorporar la tecnología avanzada puede marcar la diferencia entre mantenerse a la vanguardia en el mercado o perder terreno frente a los competidores.

Los laboratorios y empresas farmacéuticas de todo el mundo están atravesando procesos de transformación digital o planean hacerlo en el corto plazo. Pero para que este cambio sea efectivo, resulta fundamental que cuenten con aliados tecnológicos estratégicos que provean las herramientas adecuadas y guíen y acompañen a las empresas en todo el proceso de implementación.

En un entorno tan especializado como el farmacéutico, adoptar tecnologías va más allá de integrar nuevos sistemas. Implica también comprender y adaptar estas soluciones a las necesidades específicas del sector.

United VARs, la alianza global de partners de SAP, está compuesta por un grupo selecto de compañías tecnológicas que cumplen con esos estándares de calidad, y aportan no solo el conocimiento técnico, sino también la experiencia en la industria, ayudando a las empresas farmacéuticas a navegar por los desafíos regulatorios, de seguridad y operativos.

Además, el respaldo de expertos tecnológicos facilita la capacitación del personal y el ajuste cultural necesario para adoptar estas nuevas herramientas, minimizando la resistencia al cambio y asegurando una transición fluida.

Un futuro promisorio

El escenario es muy prometedor para la industria farmacéutica, aunque no está exento de grandes desafíos.

La adaptación de las normativas regulatorias a estas nuevas tecnologías es un proceso complejo y en constante evolución. Las preocupaciones éticas y de privacidad relacionadas con el uso de datos de pacientes también requieren una atención cuidadosa.

Además, la integración de estas nuevas tecnologías en los sistemas existentes y la capacitación del personal presentan retos operativos y financieros para muchas empresas.

Sin embargo, a pesar de estas dificultades, la incorporación de tecnología sigue siendo una inversión esencial. Los beneficios que ofrece van más allá de la simple eficiencia operativa: permiten una mayor agilidad en el desarrollo de medicamentos, optimizan la producción y fortalecen la respuesta a las demandas del mercado.

En este nuevo paradigma, la innovación tecnológica se convierte en el catalizador del progreso, marcando el inicio de una era donde la salud y la tecnología avanzan de la mano para mejorar la vida de las personas en todo el mundo.

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